Atento a la gestión que se está llevando adelante para la colocación por parte de la Iglesia Católica de la imagen de una virgen en el predio contiguo a la Aduana de Oribe, que compone uno de los espacios públicos de la rambla de Montevideo, la Sociedad de Arquitectos del Uruguay (SAU) desea compartir con la ciudadanía las siguientes consideraciones.

Consideramos que la rambla de Montevideo, tanto por sus atributos históricos, paisajísticos y urbanísticos como por su indiscutible valor como espacio público, nos identifica a todos los montevideanos sin distinciones de clase social, género o religión. Parte de su valor y riqueza lo constituyen aquellos elementos intangibles de profunda representatividad y que, entendemos, inclusive trasciende a los habitantes de nuestra capital. Es por ello que desde el año 2010 apoyamos la idea de que la rambla de Montevideo sea propuesta a Unesco para ser declarada Patrimonio de la Humanidad, ya que esto significaría un gran reconocimiento para nuestro país y para nuestra capital.

El desarrollo físico de este espacio público, desde la escollera Sarandí al arroyo Carrasco, así como hacia el oeste de nuestra ciudad, contiene elementos diversos: playas, puertos, parques, equipamientos deportivos y sociales, espacios para el paseo y disfrute e infraestructura de variados usos, y discutible justificación en algunos casos, que también creemos deberían evaluarse apropiadamente, contemplando los distintos tramos que pueden identificarse por su valor histórico, paisajístico o de uso. Es en ese contexto que la introducción en este espacio de imágenes representativas religiosas y de cualquier otra índole debería ser considerada en el sentido de sus aportes a los valores citados, tanto materiales como inmateriales.

Muchísimos de los aportes que han favorecido a que este espacio costero sea un espacio de gran calidad urbanística y paisajística –reconocido tanto por uruguayos como por extranjeros– se han realizado través del instrumento del Concurso de Proyectos, herramienta genuina, democrática y garante del proceso de construcción de edificios y espacios urbanos de trascendencia.

Por lo expuesto, convocamos a que cualquier intervención a realizarse en la rambla de Montevideo se enmarque en un contexto de gestión, evaluación y análisis amplio, asegure intervenciones calificadas y valiosas desde el punto de vista urbano, paisajístico, histórico y ciudadano y que no solo reconozca su valor actual sino que potencie su futuro.