Autora: Carina Lecuna
El debate en torno a la temática territorial ha perdido cierto protagonismo en lo disciplinar, en lo que hace a la arquitectura y el urbanismo, al menos en las dos últimas décadas.
Parecería que esta discusión se redujera a la simple operación de continuar eternamente el abordaje temático a partir de la identificación de capas o layers que algunos referentes internacionales ya emplean como impronta conceptual proyectual en los años 90.
Estos modelos de análisis y de operación son importados, y se aplican de una forma algo mecánica a nuestro territorio, con el fin de adquirir algunas herramientas operativas que permitan disgregar componentes territoriales de fácil reconocimiento y elaborar pautas proyectuales para cada una de las capas identificadas.
Estas formas de trabajo son tributarias tanto de las construcciones conceptuales como de las tecnologías emergentes por aquellos años. Los Sistemas de Información Geográfica siguen consecuentemente la línea de exploración iniciada por McHarg desde sus contribuciones teóricas al análisis de capa.
Por otra parte, la planificación territorial institucionalizada no aportaba, por aquellos años, nuevas herramientas de planificación y gestión, más allá de ciertas recurrencias reguladoras. Un mecanismo de planificación heredado, y aún vigente en nuestro país, apunta al zoning como modo de reconocimiento y delimitación territorial para pautar criterios, modos y normas.
Si bien estos enfoques permiten visualizar aspectos relevantes aparentes de los territorios y proponer normas de ocupación, este instrumental muchas veces no llega a descifrar aspectos más profundos y reales, como la vocación y vivencia de los mismos. Como consecuencia, se termina diseñando un contexto escrito que contrasta en gran parte con los desarrollos reales, desplazando el desarrollo a otros sectores poco o nada pautados, o pausando el mismo, a la espera de ajustes y definiciones normativas que no acompañan los procesos de intervención real.
Resulta difícil establecer que habría un mecanismo capaz de acompañar los procesos vocacionales del territorio, más que pautar reglas, que muchas veces resultan posteriores a visualizar los eventos desencadenantes que en él se suceden.
Esta investigación, que se desarrolla como Tesis Doctoral, pretende adentrarse en los procesos territoriales tanto subyacentes como evidentes, conocerlos en profundidad, graficarlos, evidenciarlos.
El área geográfica se delimita a través de Fracciones paisajísticas.
El territorio seleccionado, territorios de borde o expansión este metropolitana.
La decodificación y representación de las Fracciones paisajísticas, los Paisajes Dinámicos (Frames).
Los Paisajes Dinámicos, enmarcan todo elemento detectado en una Fracción paisajística, se expresan, se decodifica y codifica, y queda plasmado en un diagrama para aportar y brindar nuevos datos. El reconocimiento de los Paisajes Dinámicos, permitiría acompañar sus cambios, identificar mutaciones y tendencias. Ser sensible a las señales e indicios, atender aquellas manifestaciones silenciosas que brindan datos claves para la acción proyectual.
Los Paisajes Dinámicos, muestran el micro territorio, brindan datos que no pueden observarse desde fotos satelitales, salidas de campo fugaces, aproximaciones técnicas. Datos vivenciales, topografía y geografía no detectados por los planificadores. Evidencian el día a día y desde ese lugar sugieren claves para acompañar, mucho más que normas para regular.
Reconocer estos Paisajes, permitiría diseñar un modo de visualizar el territorio para acompañar los procesos involuntarios del mismo, que se manifiestan como movimientos y dinámicas sociales que trascienden las reglas de partida, que trascienden a la planificación vigente aplicada y desde su espontaneidad regulan y pautan.
Es así que a un Paisaje Dinámico, cuando podría lograr su identidad, se le yuxtapone otra especificidad dejando de ser el que era, transformándose de forma acelerada.
Estos movimientos en algunas ocasiones son pautados por el mercado del suelo, fundamentalmente a través de la acción del especulador formal, otras por el mercado informal, otras por lo que la norma pautó que debía ser y así fue. Todos resultan procesos, escasas son las permanencias.
Para planificar el territorio resulta fundamental conocerlo en profundidad y ocuparse de estos movimientos. Diseñar el modo mediante el cual planificar acompañando los procesos.
El lugar aparecería, entonces, como un entorno cada vez menos explícito y literal, menos ritual o estable, cuya comprensión tan sólo sería posible desde su asunción como un marco vibrátil (de fuerzas e informaciones), que precisa nuevos reconocimientos y demanda nuevos instrumentos de acción.
Es así que se presenta este Paisaje Dinámico, como elemento decodificador, trascendiendo la pertenencia escalar, pudiendo abordarse con simultaneidad en más de una escala.
A través de estos paisajes, se trata de entender que es posible identificar ciertas trayectorias autónomas, y al mismo tiempo sintonizadas, que se encuentran en interacción, con posibles tensiones y energías endógenas, propias del lugar, y con dinámicas exógenas, generadas desde fuera, desde más allá del lugar (aunque no necesariamente en simbiosis armónica con éste).
Estos Paisajes se conforman por componentes, más que explicitar la representación de cada componente y la interrelación de los mismos parece necesario describir el procedimiento para comprenderlo.
La aplicación de un componente, podría evidenciar la clave desde la cual intervenir en el territorio o podría resultar insuficiente, siendo necesario el complemento de todos o alguno de los otros.
A los efectos de este trabajo, se asume la siguiente denominación de los componentes:
- Componente 1 – Geografía restringida
- Componente 2 – Mutaciones territoriales
- Componente 3 – Ocupación real
- Componente 4 – Tensiones latentes
- Componente 5 – Matriz territorial
Luego de operar la representación de los componentes, será posible diseñar y proponer acciones estratégicas concretas.
Del complemento y la integración entre los datos obtenidos de la aplicación de los componentes, se aplican a las relaciones operacionales que derivarán en acciones estratégicas concretas.
La conformación de la pieza territorial seleccionada como caso de estudio, donde aplicar la mirada desde los Paisajes dinámicos, se manifiesta por componentes como: soporte original rural, área de vacancia, corredores urbano-territoriales, barrios cerrados, countries y chacras recreativas o de segunda residencia, asentamientos y barrios informales o marginales, conjuntos residenciales, barrios suburbanos, extensiones de bordes, centros logísticos, parques de actividades, centros comerciales, todas ellas fenomenologías actuales y concretas de una centralidad de lo público que se ha desplazado respecto de las formaciones estructurantes. El juego dinámico y cambiante de esos factores, donde por momentos unos inciden de manera más contundente que los demás, se traduce sobre el territorio como una compleja construcción social.
Todo esto asegura un área experimental heterogénea donde una mirada operativa, aporta hacia un seguimiento planificado.
Los límites definidos para el recorte territorial seleccionado como caso de estudio son:
Límite Sur, desde el cruce de rutas, Ruta 101 y Ruta Interbalnearia, continuando por los padrones frentistas a la Ruta IB en su acera Norte, hasta intersección de última calle límite Este de Marindia Norte (calle sin nombre) acera Norte con Ruta IB.
Límite Este, se conforma por perímetro de padrones rurales que bordean hasta llegar a Usina de purificación de OSE, borde límite suroeste con Laguna de los Cisnes.
Límite Norte, hasta borde consolidado conformado por Marindia Norte, siguiendo por Salinas Norte, Pinamar Norte, Neptunia Norte, Mataojo, Rincón del Pinar, pasando por borde de arroyo Pando hasta sector Norte de Cno. Eduardo Pérez (límite Norte de El Plan Parcial de ordenamiento territorial y desarrollo sostenible Camino de los Horneros), continuando así hasta intersección Ruta 101 con Cno. Eduardo Pérez.
Límite Oeste, conformado por perímetro de padrones frentistas a la Ruta 101 a en su acera Oeste, desde la Calle F. Core hasta la intersección con la Ruta Interbalnearia.
En este territorio específico, los términos convencionales de ruralidad y de urbanidad pierden casi por completo su sentido. Por ese motivo parece necesario bucear en el instrumental operativo planificador de acompañamiento procesual, atendiendo los procesos territoriales y su manifestación como paisajes dinámicos. Aquí la clave, operar a través de dichos paisajes dinámicos, entendiendo al paisaje como elemento sustancial y subyacente que permite descifrar la importancia de su esencia para el desarrollo territorial. Encontrando la clave en el paisaje como soporte para dar seguimiento a los procesos veloces manifiestos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Guallart V. 2008. GEO LOGICS Geografia Informacion Arquitectura. ACTAR.
Proceso: Magnaghi A. Esquema Metodología Escuela Territorialista.
Fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/Territorialist_School
Instrumental: Arroyo J. 2011. ESPACIO PÚBLICO. Entre afirmaciones y desplazamientos. cap. Lugar y territorio: ciudad como topología y cap. Ciudad discontinua. pág.87-88 / pág.96 / pág.98-99.