La semana pasada la comunidad arquitectónica local despidió a dos figuras de referencia: Cheung-koon “Chino” Yim y Maicland “Pacho” Nalerio. Con trayectorias amplias y diversas —desde la docencia universitaria hasta el ejercicio profesional en Uruguay y en el exterior—, ambos aportaron mucho al desarrollo de la disciplina y dejan un legado que trasciende generaciones.

Cheung-koon Yim (1936-2025)

Yim llegó al Uruguay a la edad de 16 años con su familia en 1953, huyendo de la guerra civil en China, después de pasar cinco años en Hong Kong. Pese a las dificultades con el idioma aprendió el español en pocos meses y en sólo dos años completó sus estudios secundarios (rindiendo más de 30 exámenes libres) e inició su carrera universitaria en la facultad de arquitectura. 

En el año 1961 inició su carrera docente que se extendería por cuatro décadas, llegando a ser catedrático y director de su propio Taller de Proyecto a partir de 1989. Además de sus actividades relacionadas a la enseñanza y extensión, desarrolló investigaciones de temáticas socio-urbano-territoriales, cultura arquitectónica y metodología docente.

Desarrolló una extensa labor profesional en el área de vivienda (conjuntos habitacionales, cooperativas,  asentamientos informales) y en la planificación urbano-territorial, destacándose el comité de seguimiento de obras de infraestructura para el proyecto del puente Colonia-Buenos Aires.

Contribuyó a la creación del Centro de Integración Cultural Uruguay-China y fue co-director del Instituto Confucio de la Udelar. 

Cheung-koon Yim fue un arquitecto muy respetado por su sabiduría y generosidad. Su fallecimiento en noviembre de 2025 representó una gran pérdida para la comunidad académica y cultural de Uruguay.

 

Maicland ‘Pacho’ Nalerio (1937-2025)

Maicland Nalerio inició su actividad profesional en el Uruguay en el año 1968, pero decidió junto a su esposa radicarse en Chile en 1972 para apoyar el proceso de la Unidad Popular iniciado en 1970.

Ante el golpe de Estado acontecido en el año 1973 decide emigrar a París, donde permanecerá durante seis años desarrollando su actividad profesional como arquitecto y urbanista en toda Francia. 

En el año 1979 vuelve a emigrar y será a la República Popular de Angola, donde permanecerá hasta el año 1984, liderando la creación de la Facultad de Arquitectura de Angola y llegando a proyectar y construir el propio edificio sede de la nueva Facultad de Arquitectura de Angola. 

A su regreso al país combinó su actividad como profesional independiente con la actividad docente en el Taller Parodi de la Facultad de Arquitectura (Udelar) y en la Facultad de Ingeniería, donde alcanzó a desarrollarse como Grado 5 en el área de Arquitectura de las Obras de Ingeniería.

El legado profesional que ambos dejaron —en la obra construida, en la docencia y en la consolidación de equipos y perspectivas de trabajo— continuará integrando la memoria y el desarrollo de la arquitectura nacional. La SAU hace llegar sus condolencias a familiares y colegas.