Mag. Arq. Natalia Brener
Presidenta de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay

En este mes reflexionamos sobre el pasado, presente y futuro de nuestro patrimonio. Cuando hablamos de patrimonio, hablamos de identidad y memoria colectiva. Esto no significa transformar la ciudad en un museo, por el contrario, defender el patrimonio implica combinar permanencia y cambio.

La Sociedad de Arquitectos del Uruguay (SAU), a través de su Comisión Asesora de Patrimonio, ha venido trabajando intensamente en la defensa del nuestro. Es parte, desde su fundación, de varias de las Comisiones de Patrimonio de todo el país en conjunto con los gobiernos departamentales, promoviendo a lo largo de su historia el debate, el enriquecimiento, el fortalecimiento, e incluso el desarrollo de equipos para relevamientos e inventarios relacionados al tema

La labor del especialista y el abordaje multidisciplinario ha permitido trabajar en forma coordinada con los distintos actores involucrados a nivel nacional e internacional; la Academia, la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación, ICOMOS.

¿A quién le importa la ciudad?

Esta pregunta fundante y siempre vigente que cada ciudadano debiera hacerse en algún momento de su vida es la misma que un grupo de jóvenes estudiantes y profesionales de arquitectura se realizaron hace 40 años.

El Grupo de Estudios Urbanos (GEU) fue creado hacia fines de 1980, ante la posibilidad de participar en un Congreso a realizar en Buenos Aires sobre “La Preservación del Patrimonio Arquitectónico y Urbanístico Americano”. Esa fue la causa ocasional de la constitución del GEU. La estrecha relación de la problemática abordada en el Congreso con la depredación a que estaba sometida la Ciudad Vieja aseguraba la sostenibilidad de un emprendimiento encuadrable en los márgenes de una preocupación académica. Una ciudad sin memoria fue publicada en 1983 y desde allí a la fecha siguen vigentes sus planteos y cuestionamientos. Y hoy nos seguimos haciendo esta pregunta, que se replica en las distintas ciudades de nuestro país y que tiene que ver no solo con el patrimonio, sino también con la ciudad que queremos, con el derecho a la ciudad, con su historia y su futuro.

En este sentido, y en el marco de los festejos por el fin de semana del patrimonio, donde todos celebramos y re descubrimos la arquitectura y los espacios públicos, pero también costumbres, cultura y tradiciones debemos replantearnos cómo protegemos el patrimonio material e inmaterial más allá de esta fecha. Para ello resulta imprescindible identificar, proteger, conservar estableciendo reglas de juego claras para la actuación público-privada.
La ley N° 14.040 de creación de la Comisión de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Nación, sancionada en 1971, define además temas de la ley referidos a institucionalidad, categorías de protección, financiación, marco sancionatorio.

Desde la Sociedad de Arquitectos del Uruguay y junto a múltiples asociaciones estamos trabajando en realizar aportes a la nueva ley.
La ley 18.308 de Ordenamiento Territorial y desarrollo Sostenible, sancionada en 2008, en su Artículo 22 define instrumentos: Inventarios, Catálogos y otros instrumentos de protección de Bienes y Espacios que identifican y determinan el régimen de protección para las construcciones, conjuntos de edificaciones y otros bienes, espacios públicos, sectores territoriales o zonas de paisaje en los que las intervenciones se someten a requisitos restrictivos a fin de asegurar su conservación o preservación acordes con su interés cultural de carácter histórico, arqueológico, artístico, arquitectónico, ambiental o patrimonial de cualquier orden.

Estos instrumentos desarrollados por los gobiernos departamentales permitirían con procesos de participación ciudadana avanzar en este sentido, sin perjuicio de las obras declaradas patrimonio nacional.Proteger el patrimonio es tarea de todos, porque hace a la idiosincrasia y las vivencias de todos los uruguayos

Des/Valorización

El Patrimonio arquitectónico es un tema sensible, que nos interpela como ciudadanos y como técnicos y que debe interpelar también a los organismos públicos y privados. El patrimonio arquitectónico es efímero, es frágil a pesar de su materialidad.

La SAU ha estado atenta a la destrucción de algunos edificios emblemáticos, que a veces no tienen protección patrimonial, como el San Rafael, pero que aportan a la identidad y la historia de cada ciudad. En el caso de San Rafael, la SAU apoyó la actuación del Arq. William Rey Ashfield, quien presentara un recurso de amparo, conversamos los medios, los decisores, los vecinos y evidentemente no fue suficiente.

Es un punto muy importante de la ciudad de Punta del Este, que ha quedado sin un edificio que lo caracterizaba muchísimo. Y, a su vez, con incógnita de lo que vendrá, dada la sucesión de distintas propuestas que impactarán en el entorno y que debieran inscribirse en el marco de las previsiones de la normativa y el instrumento de ordenamiento territorial vigente

La declaración de interés nacional o departamental de un bien, debiera ser un atributo que genere valor, avanzando hacia instrumentos que permitan generar incentivos para su conservación y mantenimiento. Existen algunos estudios que avanzan por ejemplo en la transferencia de edificabilidad para edificios patrimoniales que aún no se han aplicado pero que podrían resultar muy interesantes de implementar.

Patrimonio de la humanidad

A nivel internacional Uruguay ha sido reconocido por la UNESCO en varias ocasiones como patrimonio de la humanidad tangible e intangible. Esta puesta en valor no solo nos llena de orgullo, sino que además nos convoca a gestionar y mantener los bienes declarados, en conjunto con la comunidad
Implica a su vez una posibilidad de generar un desarrollo integral del ámbito, promoviendo su visibilidad en el marco de proyectos que integren turismo, desarrollo urbano, movilidad en coordinación con los distintas actores involucrados.

Este año el Comité de la UNESCO declaró la Iglesia Cristo Obrero en Estación Atlántida, del Ing. Eladio Dieste, Patrimonio de la Humanidad.
Uruguay cuenta a la fecha con tres sitios declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO: el Barrio Histórico de Colonia del Sacramento (inscrito en 1995 de acuerdo con el criterio IV), el Paisaje Industrial de Fray Bentos (inscrito en 2015 según los criterios II y IV), y ahora la iglesia de Atlántida (inscrito en 2021 con el criterio IV). Los sitios declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO ganan reconocimiento internacional, atracción turística, visibilidad en los medios de comunicación, ayuda en caso de riesgo y, eventualmente, asistencia económica para obras de preservación y/o restauración a través del Fondo de Patrimonio Mundial.

También Uruguay cuenta con dos inscripciones al patrimonio cultural inmaterial o “patrimonio vivo” que se refiere a las prácticas, expresiones, saberes o técnicas transmitidos por las comunidades de generación en generación: Tango y el Candombe y su espacio sociocultural, ambos inscriptos en 2009 sobre la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Conservando patrimonio

El Patrimonio no se restringe solamente a los bienes declarados como tales a nivel internacional, nacional o departamental. El patrimonio también se expresa en las viviendas que habitamos, en el barrio, en las calles, en el espacio público.

Es así como, desde la Comisión Asesora de Patrimonio de SAU se trabajó en el proyecto Conservando Patrimonio. A partir de este proyecto se plantea la creación de guías para la conservación de edificios patrimoniales con el fin de otorgarle a la sociedad herramientas y conocimientos para la preservación tanto de sus propias viviendas, como de edificios pertenecientes a la comunidad.
Desde la misma se promueve la discusión, conocimiento y conciencia sobre la conservación del patrimonio construido del Uruguay, así como también, se busca salvaguardar los valores asociados a ellos y a su arquitectura.

Se plantea la elaboración de guías orientativas dirigidas al público en general, especialmente a aquellos vecinos relacionados a edificios con valores patrimoniales presentes en todo país, con el fin de informarlos sobre las distintas lesiones que puedan aparecer tanto en sus viviendas como en otros edificios presentes en la ciudad.

A su vez, se busca plantear una primera aproximación a las acciones relacionadas con la conservación preventiva y correctiva, teniendo siempre en cuenta que muchas de esas tareas deberán estar supervisadas y dirigidas por un técnico profesional especialista en la materia. Las guías están disponibles tanto en formato papel, como en formato digital con la posibilidad de descargarlas desde diversas plataformas y páginas web. Las cuatro cartillas elaboradas por la Comisión Asesora de Patrimonio de SAU, con el apoyo en diseño del Municipio B y de impresión-distribución de la Intendencia de Montevideo, son el resultado del objetivo común de propender hacia el traslado de conocimiento, promoción y desarrollo de la cultura patrimonial en la población en general.

En esta primera serie enfocada en fachadas las cartillas contendrán información sobre: elementos ornamentales, balcones, revoques y revoques símil piedra. La próxima serie, tratarán temáticas como cubiertas, paramentos interiores, entre otras. A esta iniciativa se han sumado otras instituciones vinculadas a la temática patrimonial y es el puntapié inicial para poner el tema en discusión y seguir avanzando en la defensa de nuestro patrimonio.

Este texto fue publicado como columna de opinión en La Diaria, el pasado sábado 2 de octubre en el marco del Día del Patrimonio.