El Arquitecto Walter Domingo Diez, nació en Montevideo el 15 de enero de 1923. Egresado en 1948, llegó a Tacuarembó en 1950, al casarse con Elodina Balestra. En ese departamento desarrollaría su profesión hasta 1962. Fue secretario de la Asociación de Profesores, de la Agrupación Universitaria, docente y presidente de la Liga de Fútbol.

Fue director general de Obras de la Intendencia Municipal de Tacuarembó desde la época en que el futuro Intendente Raúl Goyenola ocupaba el cargo de Director General y continuó luego que este asumiera como jefe comunal. Incluyó a artistas del Taller Torres García como Anhelo Hernández y Jonio Montiel, cuyas obras están en los Centros de Barrio, obras centrales del legado de Domingo.

Además de los Centros de Barrio N° 1, 2 y 3 (obras que proyecta, calcula y dirige), intervino en obras como el Estadio 18 de Julio (hoy Estadio Raúl Saturnino Goyenola), el Velódromo, el matadero del Abasto, la reforma del Parque Rodó, la Plaza de las Américas y el Barrio 18 de Julio de viviendas de suelo cemento para desplazados por la inundación de 1959.

En su actividad profesional particular realizó varios proyectos de viviendas y establecimientos en la ciudad de Tacuarembó y Paso de los Toros. Fue asistente de cátedra de proyecto en la Facultad de Arquitectura, ejerció como director de la Universidad del Trabajo, fue Especialista Internacional en el Banco Interamericano de Desarrollo en Honduras, Bolivia y Panamá. También hizo aportes literarios como “El centro de Barrio, integrados de comunidades”, “Arquitectos renovadores del Uruguay” y “El Arquitecto y la gente”.

Walter Domingo se caracterizó por una visión innovadora para la época desde el punto de vista urbanístico, inspirado en los Congresos Ciam, con sus propuestas sobre “corazones de ciudad”, en ideas de Lewis Mumford sobre vínculos sociales y el barrio; y es con base a esto que surgen los proyectos de los Centros de Barrio de los cuales, como ya se mencionó, fue gestor de los tres primeros.

En una entrevista, Domingo reveló que los Centros de Barrio surgen mirando las actividades de los habitantes del lugar. El barrio como dinamizador de la ciudad.
Los principios que estableció en aquel momento para estos proyectos eran:

– Desarrollo desde la base social, centrado en el hombre (hoy diría en el ser humano)
– Fortalecimiento de los agrupamientos sociales con participación popular, e integración social y económica a su región
– Autonomía y autogestión
– Expresión libre de todos los habitantes del barrio
– Educación para la participación política, social y económica. Creación de un juicio Crítico
– Educación permanente para todos
– Atención para todas las edades
– Apoyo a los grupos e individuos más necesitados.

Centro de Barrio N°1 Uruguay:

Fue inaugurado en 1953, ubicado en el que entonces era el barrio más grande de Tacuarembó: Barrio Ferrocarril. Se construyó un local pensado en las lavanderas de la zona. Se instalaron en el predio piletas con agua caliente y fría para que pudieran trabajar en un ambiente cómodo y, tomando en cuenta que las trabajadoras debían llevar a sus hijos con ellas, se agregó un local para el cuidado de los niños con una maestra y una biblioteca pública. Otro sector fue destinado al deporte: canchas de básquetbol y fútbol con vestuarios que terminaron como baños públicos ya que la gente iba a bañarse al lugar. El centro de barrio era gestionado por funcionarios municipales y por vecinos de la zona. Al proyecto se sumaron también gradas a modo de un Teatro de Verano y muchas veces se proyectaban películas.

Para culminar la obra se contó con el artista Jonio Montiel que pintó un mural y dejó un boceto para que se tallara otro en piedra arenisca. Ambos perduran hasta la actualidad en perfectas condiciones. Cabe resaltar que los colores originales del Centro de Barrio eran rojo, azul y amarillo: colores básicos de Torres García. Lo mismo cuenta para su obra en Centro de Barrio N° 2 de Barrio López.

Centro de Barrio N°3: “El Hongo”

Surge como un local para artesanos. Domingo ideó un techo que hubiera querido “colgar” y que al final termino en una “copa” de treinta metros de diámetro apoyada en una sola pata. Actualmente se considera un monumento. Pasó por diferentes etapas. Incluso hasta se le intentó colocar un cerramiento, pero la realidad es que el proyecto original es el que actualmente puede verse. En 2002 – 2003 fue reinaugurado con la presencia del propio Domingo. Finalmente, en el año 2014, “El Hongo” fue nombrado Patrimonio Nacional.

Otras obras de relevancia en la ciudad y que realizó desde el ámbito privado son: la Iglesia de la Cruz, con su cruz entre dos paramentos que sostienen las campanas; viviendas particulares como la suya ubicada en la Calle Olimpia Pintos, y frente a la misma otra vivienda de dos plantas para un dentista de la época. Frente a Plaza Colón, la vivienda para la familia Chiesa también resalta por metraje y calidad. En sus doce años en el departamento realizó mas de veinte obras de estas características.

En el año 2012 el Arq. Walter Domingo fue nombrado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Tacuarembó.


Texto: Arq. Inés Correa, delegada departamental de Tacuarembó e intregrante de la Comisión Directiva de la SAU.