El viernes 31 de julio pasado, y a raíz de una penosa enfermedad, falleció en la ciudad de la Habana, Eusebio Leal Spengler. Sus restos fueron despedidos con grandes honores en todo Cuba y recibieron un merecido homenaje en el Capitolio de La Habana, emblemático edificio para cuya restauración él contribuyó de manera comprometida.

La Sociedad de Arquitectos del Uruguay saluda a sus colegas cubanos y rinde homenaje a un arquitecto que dejó un profundo recuerdo y respeto.

“Yo no aspiro a nada, no aspiro ni siquiera a eso que llaman la posteridad; yo no aspiro a nada, yo solo aspiro a haber sido útil. Y le pido perdón a todos aquellos que, a lo largo de la vida, en la búsqueda necesaria de lo que creí mi verdad, pude haber ofendido; y a mis propios errores que cometí con la pasión juvenil en que todo hombre y todo pueblo busca sus propios caminos. Yo creo que al final lo encontré, y que esa luz que veo ahora, ahí, en medio de las tinieblas del ocaso, es finalmente el camino”.

Nació en la ciudad de La Habana el 11 de septiembre de 1942. Cursó estudios de Licenciatura en Historia en la Universidad de La Habana (1975) y además sobre restauración de centros históricos a través de un postgrado que realizó en Italia con una beca conferida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país. Comenzó a trabajar en 1959 en la Administración Metropolitana de La Habana y en 1967 fue designado director del Museo de la Ciudad de La Habana. Asumió las obras de restauración de la Casa de Gobierno, antiguo Palacio de los Capitanes Generales y Casa Capitular, que concluyen en 1979. En 1981 se le confirió la responsabilidad de conducir las inversiones de las obras de restauración, aprobada por el Gobierno de la ciudad el 5 de mayo de aquel año. Más adelante, el 16 de abril de 1986, le fue asignada la responsabilidad de las obras en la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña y, más tarde, en el Castillo de los Tres Reyes del Morro. Conforme con la declaración de la Unesco, el perímetro de las antiguas murallas y el sistema de fortificaciones para la defensa de la ciudad fue inscripto en el Indice del Patrimonio Mundial en 1982 con el número 27.

Ocupó distintos cargos a lo largo de su carrera, fue presidente de honor del Comité Cubano del ICOM y presidente de honor del Comité Cubano del ICOMOS y de la Sociedad Civil Patrimonio, Comunidad y Medio Ambiente; decano de la Facultad del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, profesor de mérito de la Universidad de La Habana, presidente de la Red de Oficinas del Historiador y Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba, presidente de Honor de la Sociedad Económica de Amigos del País, presidente del Grupo de Parlamentarios de Amistad Cuba- México. Además, vicepresidente del Grupo de Parlamentarios de Amistad Cuba- Japón.
Dueño de una obra prolífica, escribió distintos ensayos, prólogos y artículos sobre historia, arte, restauración y otros temas de carácter general.

Muchos colegas y amigos de todo el continente manifestaron  tristeza por su pérdida. Compartimos las palabras del Arq. Mariano Arana en la Junta Departamental de Montevideo, el día 5 de agosto de 2020: 

A no dudarlo, 2020 permanecerá en la memoria colectiva, como un dramático suceso a nivel sanitario, económico, cultural y social, generado por la pandemia del Covid-19.

 El mes de julio, en particular, registró la perdida de talentosos compatriotas amigos como los arquitectos Enrique Benech o Juan Pedro Magernat  – “el Pera” – como lo designaban los colegas de su generación. Y a fines de ese mismo mes se divulgó la impactante noticia del deceso de Eusebio Leal Spengler. 

Leal nació en la Habana el 11 de setiembre de 1942 y falleció en esa misma ciudad, a los 77 años, luego de una prolongada y penosa enfermedad, el 31 de julio de 2020.

Doctor en Ciencias Históricas y Maestro en Ciencias Arqueológicas, Historiador de la Ciudad y Director del Programa de Restauración del Patrimonio de la Humanidad, se distinguió por la conducción de las obras de restauración del Casco Histórico de La Habana, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, en 1982.

Como Director del Museo de la Ciudad y de la Oficina del Historiador, ha asumió importantes obras como la restauración del Palacio de los Capitanes Generales, antigua Casa de Gobierno, hoy sede del Museo de la Ciudad de La Habana. En 1981 se le confiere la responsabilidad de conducir las obras del Centro.

Cursó estudios de posgrado sobre restauración de Centros Históricos, por beca conferida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Italiana.

Cristiano profundamente consustanciado con el mensaje evangélico, se comprometió desde su inicio, con la revolución cubana triunfante a comienzos del año 1959.

Si bien conocido por su trayectoria, mi primer contacto con él fue en los últimos años de la dictadura, cuando se me informó que había arribado a Montevideo y buscaba conectarse con quienes habíamos obtenido una amplia resonancia pública defendiendo a la ciudad y a su gente, organizados en el Grupo de Estudios Urbanos. Precisamente en ese mismo día tenía fijada nuestra entrevista semanal en una emisora radial de amplia difusión  y lo invitamos a acompañarnos para que se conociera su brillante gestión.  

Fue un verdadero privilegio haberlo contado como amigo y haberlo admirado como investigador y docente y por su ejemplar elocuencia idiomática. 

Fue igualmente un privilegio recorrer posteriormente con él, las calles de la maravillosa Ciudad Vieja de la Habana y comprobar el caluroso saludo que le manifestaban  muchos de sus entusiastas compatriotas.

Más allá del sin número de premios y reconocimientos obtenidos en su propio país, Eusebio Leal obtuvo importantes condecoraciones otorgadas por entidades internacionales y  gobiernos americanos y europeos.

Señalo entre ellos:

         Fue declarado además Visitante Ilustre de la Ciudad de Montevideo, por decreto de fecha 14 de mayo de 2004.

 (*)  El arquitecto Salvador Schelotto nos informa que en esta misma instancia  fueron también distinguidos como Honoris Causa de esa Universidad en 2003 el arquitecto Jaime Lerner y el arquitecto Mariano Arana.