La Sociedad de Arquitectos del Uruguay lamenta profundamente el fallecimiento del arquitecto Pedro Cracco (1937-2025), figura de referencia en la docencia, el ejercicio profesional y la expresión gráfica. Nacido en Valdagno, Italia, bajo el nombre de Piergiorgio, llegó a Uruguay en 1949 y se formó en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República, donde obtuvo su título en 1967. En 1965 se había nacionalizado uruguayo, adoptando el nombre con el que desarrolló su extensa trayectoria.

Su vínculo con la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo fue constante durante cuatro décadas. Ingresó como docente en 1962 en el Instituto de Diseño y, tras el paréntesis impuesto por la dictadura, se reintegró hasta 2002 como profesor de Expresión Gráfica y en distintos talleres. También ejerció la docencia en la enseñanza secundaria, en la Escuela de la Construcción y fue director de la Escuela Municipal de Jardinería. Escribió el libro Sustrato racional de la representación del espacio (2000). Su aporte formativo marcó a generaciones de estudiantes en el campo de la representación, la geometría y la expresión arquitectónica.

En paralelo, Cracco desarrolló una labor profesional independiente, especialmente en el diseño de espacios exteriores, parques y jardines. Su faceta de dibujante y acuarelista fue igualmente destacada, con exposiciones en la Facultad de Arquitectura, ilustraciones para publicaciones académicas, y obras premiadas como sus croquis de la ciudad de Montevideo. Sus acuarelas integraron libros de referencia sobre flora y paisajes del Uruguay. Su legado se reconoce tanto en la enseñanza como en la práctica profesional, dejando una huella perdurable en el arte y la arquitectura uruguaya. 

Palabras del Arq. Javier Lage: 

Nunca antes se me había presentado la tarea de escribir acerca de una persona; es para mi una difícil labor, me expreso mejor con el dibujo y me resulta complejo con la palabra, especialmente al hacerlo desde un estado de tristeza. Sin embargo, cuando se trata de alguien que ha tenido influencia significativa en mi vida, considero que podría compartir lo que me surge desde la experiencia y el agradecimiento.

Hablar sobre Pedro Cracco conlleva inevitablemente a referencias personales, aunque el propósito es ilustrar el impacto que la admiración puede ejercer en la formación de las personas. El encuentro con Cracco ocurrió cuando yo tenía 18 años, momento en el que comencé a trabajar como su ayudante en el Jardín Botánico, donde existía una Sala de Dibujo destinada a realizar ilustraciones botánicas y paneles educativos para el Museo del Botánico. A veces la vida nos da esos golpes de suerte. “El maestro” se diferenciaba notablemente de las personas que había conocido; con una enorme capacidad de trabajo de gran calidad, contribuyendo al campo de la arquitectura, el paisajismo, la docencia, la acuarela y diversas técnicas de dibujo. Sus conocimientos abarcaban no solo aspectos técnicos sino también culturales, siendo conocedor de literatura, cine y música; sus charlas en el Botánico o en la Escuela de Jardinería proporcionaban información valiosa y profunda para la vida.

Su imagen transmitía respeto, pero mantenía humildad y honestidad, actuando de manera generosa y desinteresada. Pedro seguía vías innovadoras en su obra y enseñanza,
modificando, para mejorarlas, prácticas establecidas en el dibujo, la ilustración botánica, el croquis y el diseño. Si algo faltaba para demostrar su sensibilidad artística también interpretaba música clásica en la guitarra.

Para quienes compartimos experiencias con él, no desaprovechamos la oportunidad de aprendizaje y desarrollo profesional, por mas que se haya ido, será siempre entre los ilustradores botánicos y acuarelistas, el mejor de todos y su legado continuará influyendo en quienes lo conocimos.

Palabras del Arq. Andrés Nogués: 

Triste noticia para quienes lo conocieron.. Un recuerdo al querido Profesor. Arq. Pedro Cracco que falleció hoy, con quien supe hacer mis primeros pininos como docente, colaborando en su cátedra, y luego al jubilarse, heredé el tremendo honor de sustituirlo, en un lugar que siempre me quedó grande y nunca pude llenarlo. Sus dibujos de memoria de su natal Valdagno, Italia, ocupada por los nazis, son increíbles. Les comparto algunos en blanco y negro.