ONU llamó a priorizar la vivienda digna en el Día Mundial del Hábitat para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y garantizar calidad de vida a la población.

A través de la resolución 40/202 de 1985 se instauró que el primer lunes del mes de octubre sea el Día Mundial del Hábitat. En este se pretende que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y sectores vinculados al tema discutan sobre el desarrollo sostenible de las ciudades e insten a los gobiernos en el cumplimiento del derecho fundamental de los ciudadanos a contar con una vivienda digna, segura y asequible.

Más que un techo

El Día Mundial del Hábitat surgió como una forma de promover la reflexión acerca del vínculo entre la ciudad y el campo. La ONU estima que para 2030 el 60% de toda la población mundial habrá abandonado las zonas rurales para asentarse en las periferias de las ciudades, lo que conlleva un reto para los gobernantes en cuanto a planeación, diseño y ejecución de políticas, que mitiguen los impactos en alimentación, economía, educación, salud e inclusión, que sufrirán los migrantes en los procesos de adaptación al entorno urbano.

Para ello, la ONU estableció los Objetivos de Desarrollo Sostenible, (también llamados Objetivos Mundiales), adoptados por todos los estados miembros con el fin de “poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad para 2030”.

En el objetivo 11, Ciudades y comunidades sostenibles, el planteamiento de una vivienda digna, segura y asequible, así como el mejoramiento de los asentamientos marginales, incidirá positivamente tanto en la calidad de vida de los ciudadanos como en el desarrollo y crecimiento de las ciudades, que para 2050 contarán con 6.500 millones de personas habitando en ellas.

2020 y el reto de la pandemia

Bajo el lema Vivienda para todos: un mejor futuro urbano, el Día Mundial del Hábitat de 2020 liderado por ONU-Hábitat convoca a una reflexión global sobre cómo la pandemia generada por la COVID-19 desató una crisis que impactó a las ciudades. El 95% de todos los casos registrados en el mundo ocurren en las áreas urbanas, lo que ha provocado el desbordamiento de hospitales, el cierre de escuelas, la desaparición de puestos de trabajo, y las restricciones a la movilidad, entre otros factores.

La importancia de una vivienda digna, segura y asequible, ha sido reconocida como un aporte excepcional para contener la transmisión del virus en las ciudades. Los llamados de los gobiernos a sus ciudadanos para permanecer en casa y reforzar hábitos higiénicos han demostrado efectividad en la contención de transmisión del virus. Sin embargo, esta no es una realidad para 1.800 millones de personas que viven en condiciones inadecuadas, asentamientos informales, hogares hacinados, entre otros factores de desequilibrio, que sufren la exposición al contagio.

Por ello, en el marco de esta celebración, ONU-Hábitat lanzará una campaña de cinco semanas denominada Vivienda para todos, con el objetivo de transmitir el mensaje de que una vivienda adecuada es fundamental para proporcionar refugio en las condiciones excepcionales impuestas por la pandemia.

Para el organismo, la oportunidad que plantea la crisis es única: en el Día Mundial del Hábitat se construye la ciudad del futuro con base en las experiencias adquiridas durante los tiempos de crisis.