En un edificio sede repleto, tuvo lugar el conversatorio Patrimonios Futuros. A 45 Años de Una Ciudad Sin Memoria, con destacados expositores.
Con esta propuesta se buscó revisitar la experiencia enriquecedora que ofreció el Grupo de Estudios Urbanos (GEU), mediante una proyección del documental Una Ciudad Sin Memoria y un posterior análisis del impacto del colectivo en la construcción de la Montevideo del siglo XXI.
En el conversatorio participaron el Arq. Andrés Mazzini, integrante del GEU, el Arq. Ernesto Spósito, director de la Unidad de Patrimonio de la IM, y la Dr. Arq. Laura Alemán, profesora en FADU-UdelaR.
Moderó el Mag. Arq. Germán Díaz Paseyro, autor de la tesis: ¿A quién le importa la Ciudad? El Grupo Estudios Urbanos y el cambio de la cultura patrimonial en Uruguay, 1980-1985. Presentó el Arq. Héctor Berio, secretario de comisiones de la SAU.
El audiovisual proyectado es un mediometraje de 24 minutos elaborado por GEU, y se puede ver aquí. Muestra a Montevideo desde sus comienzos, con descripciones de la ciudad y del tipo de edificaciones que presentaba, para luego centrarse en los cambios que se fueron introduciendo. Más adelante, detalla cómo se produjo la destrucción de monumentos históricos, explicando que no se pretende “transformar la ciudad en un museo”, pero destacando la importancia de recuperar edificios existentes. El documental cierra enfatizando la relevancia de la toma de conciencia colectiva para preservar la identidad y la memoria.
Palabras del Arq. Andrés Mazzini
Para comenzar, destacó la importancia para el grupo de poder plantarse en un momento determinado para así seguir proyectando al futuro con memoria, identidad, creciendo y dándole a la gente un buen lugar para vivir. Explicó que el GEU tenía una mirada muy crítica, ya que Mariano Arana era muy crítico, y tenía la capacidad de preguntarse desde distintos lugares. También relató que el GEU más que postular un modelo, se esforzó por reforzar la idea de proceso. Para cerrar, contó que cuando le preguntaron a Mariano Arana por sus principales deseos, dijo que era que los habitantes de Montevideo, cualquiera sea su origen, se apropien de la ciudad y se sientan estimulados por ella.
Palabras de la Dr. Arq. Laura Alemán
Su exposición se centró en el aforismo “no se construye el mañana demoliendo el ayer”, promovido por el GEU. Explicó que condensa una cantidad de ideas, y es capaz de transmitir la vigencia del ideario del Grupo. Lamentó que en el campo teórico a menudo estamos presos del culto del reemplazo, que es muy claro en las ciencias duras, que se manejan con el último hallazgo, pero que es distinto con el arte, donde no hay una idea clara de progreso.
En ese sentido, puntualizó que la arquitectura es a la vez arte y es técnica, y si bien se puede decir que hay progreso, por ejemplo, en materiales, en la dimensión artística emergen los dilemas patrimoniales. Manifestó que la arquitectura no debería estar presa de esa ilusión del reemplazo permanente, pero también cumple una función, y tiene la obligación de adaptarse a los nuevos tiempos. También explicó que en la arquitectura suele ser muy rentable intervenir y demoler, por lo que esa manía del reemplazo es un resultado de una lógica económica. Por eso considera que esa expresión emblemática del GEU tiene plena vigencia, ya que en el plano material nos enfrentamos a pérdidas edilicias y de tramos urbanos.
Palabras del Arq. Ernesto Spósito
Para empezar, dijo que le debemos agradecer mucho al GEU, por su labor de defensa y concientización sobre el patrimonio en la ciudad. Destacó otras dos caras de su trabajo, que fueron investigar mucho -y publicar esas investigaciones- y proponer, no solo denunciar. Expresó que hay un patrimonio después del GEU, mencionando la Comisión de Ciudad Vieja, la elaboración del Plan de Ordenamiento Territorial. También trajo la figura del Bien de Interés Municipal, que tiene obligatoriamente iniciativa vecinal, por lo que integra a otros actores -no expertos- para valorar el patrimonio. Destacó que hoy hay 26.000 padrones en régimen patrimonial en Montevideo, pero que debe seguir aumentando. Para cerrar, comentó que, aunque el saber experto domina en esos temas, también es necesario visualizar el patrimonio como un derecho ciudadano.
Palabras del Arq. Andrés Mazzini
El integrante del GEU realizó algunas aclaraciones a partir de lo ya expresado, y especificó que si bien había un liderazgo clarísimo de Mariano Arana, el grupo no se basaba en que él dirigía, sino que se trabajaba en conjunto. Respecto a la frase “No se construye el mañana demoliendo el ayer”, agregó que tampoco se puede preservar todo, y que la patrimonialización es un proceso por el cual uno valora lo que quiere proyectar al futuro, lo que implica una selección compartida. También destacó que la gesta del GEU no fue en soledad, sino que involucró muchos vínculos y apoyos, y en ese marco puso el foco en la importancia de la SAU para que ciertas posturas del GEU llegaran a otros ámbitos. Además, se refirió a las consecuencias de la actividad del GEU en lo académico, remarcando que aunque sus principales acciones se dieron entre el 80 y el 85, la primera edición del Diploma de Patrimonio fue en 2009, por lo que pasaron casi 20 años para que llegara a la academia, y que en la Facultad no hubo en los cursos de grado una materia que integrara el patrimonio hasta el 2015.
Espacio de intercambio con el público
Desde los presentes se mencionó que es imposible no referirse al contexto en que se construyó el GEU, ya que en el 85 termina la dictadura en el país, por lo que fue un movimiento de resistencia, no solo en lo arquitectónico, sino a lo que se estaba viviendo. En ese sentido, Laura Alemán agregó que la dictadura tenía una versión de la identidad donde la raíz de lo oriental estaba en los símbolos patrios, y el GEU ayudó a difuminar esa idea, expresando que la identidad es algo colectivo y que se construye, no es una esencia.
En el público también se destacó a figuras previas como Cravotto y Odriozola, quienes trabajaron por Colonia del Sacramento ya en los 60, y se mencionaron iniciativas muy tempranas para proteger la zona de Colón y Lezica. Lo que se destacó del GEU fue que existió también en un momento de intensa transformación, con muchas demoliciones en la Ciudad Vieja, donde ocurría lo que se llamó el “boom de la construcción”, al que Arana llamaba el “boom de la destrucción”.
Cierre a cargo del moderador, Mag. Arq. Germán Díaz Paseyro
En primer lugar, destacó el hecho de que, a 45 años del documental, el tema convoque a tanta gente y a distintas generaciones de arquitectos. Remarcó que el objetivo del Grupo no era caer en una nostalgia, que la ciudad es permanencia y cambio, y debe alcanzar un punto de equilibrio. También agregó que en lo disciplinar hay algunos puntos en que el GEU tuvo un diferencial con respecto a lo que ocurría antes, su actitud crítica ante una realidad urbana y el hecho de plantear interrogantes, poner en cuestión dogmatismos. Lo resumió en algunas de las preguntas que realizaban: ¿quien decide sobre la ciudad? ¿Qué papel juegan los habitantes? ¿Es posible anticiparse a los cambios que tienen como consecuencia la pérdida de identidad y memoria? Y sumó el título de su segundo audiovisual, que también era una pregunta que hoy resuena: ¿A quien le importa la ciudad?
Palabras del presidente de SAU, Arq. Alberto Leira
Para comenzar, expresó su alegría por ver la sede colmada. Se refirió a la figura de Arana y a cómo él distinguía entre dos términos en francés: Ville y Cité. Ambas pueden ser traducidas como ciudad, pero Ville refiere a lo construido, a las edificaciones y Cité incluye a la población, destacando que Mariano siempre luchó y trabajó por la Cité, por su ciudad Montevideo, pero por su gente, para que viva dignamente.
Expresó que la SAU cumple 111 años, lo que implica una trayectoria muy importante. En ese camino, mencionó su integración en la Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectos (FPAA), su rol en la creación de la Federación y su aporte actual desde la Secretaría General, destacando que la SAU es muy valorada en el exterior. También agradeció a los integrantes de la mesa, a quienes honorariamente han participado de la SAU, a sus funcionarios y asesores, y destacó la apuesta a futuro de trabajar con distintas instituciones y con los diferentes niveles de gobierno para generar mejoras para la sociedad y para las y los colegas.
Para cerrar, se hizo entrega del libro Arquitectos Uruguayos Vol. 1 a distintos integrantes del GEU, y se procedió a brindar por los 111 años de la SAU.