Ante los recientes debates generados en torno a la demolición de dos edificaciones en Montevideo y a la iniciativa ciudadana que promueve la derogación del decreto que aprobó el Inventario Patrimonial y la nueva normativa edilicia del Centro de Montevideo, desde la Sociedad de Arquitectos del Uruguay (SAU) entendemos necesario aportar elementos de debate disponibles que permitan ampliar la mirada sobre el tema e impulsar la necesaria apropiación de los valores patrimoniales de la ciudad, en su acervo arquitectónico y urbano.
Uruguay ha consolidado a lo largo de décadas, una política urbano-patrimonial sostenida, construida por técnicos, instituciones y sociedad civil. En este marco, valoramos el proceso de elaboración del Inventario Patrimonial del Centro de Montevideo, desarrollado por equipos especializados, con participación ciudadana destacando las instancias abiertas de intercambio como la Puesta de Manifiesto y la Audiencia Pública, cumpliendo con las etapas legales previstas en la Ley de Ordenamiento Territorial (Ley N° 18.308).
Este instrumento normativo protege edificaciones puntuales y aporta una lectura amplia e integrada de la ciudad, considerando los valores arquitectónicos, urbanísticos y culturales del conjunto urbano. Implicó años de trabajo técnico riguroso y diálogo con múltiples actores y constituye un avance sustantivo en la planificación urbana basada en criterios patrimoniales.
Montevideo ha sido pionera en políticas de protección patrimonial urbana en la región, con experiencias como las áreas patrimoniales de Ciudad Vieja, Prado, Reus al Norte, entre otras. Estos procesos se concretaron gracias a la acumulación institucional, académica y profesional que SAU ha acompañado históricamente y que reafirma hoy como base fundamental para construir futuro con memoria.
Entendemos que el patrimonio no es sólo la suma de edificios aislados, sino que es parte de una construcción urbana de sentido histórico, ambiental y social con carácter dinámico. Reconocemos la necesidad de tener herramientas técnicas para una gestión que articule preservación con transformación.
En particular, para el caso de la edificación sobre la Avenida 18 de Julio, cabe señalar que la misma está incluida en el Inventario Centro. Se tuvo en cuenta no sólo los valores intrínsecos del edificio sino su contexto urbano y proyección de la ciudad a futuro. La escala del edificio y la relación del mismo con el tramo y perfil de la avenida -que ha modificado la línea de alineaciones de fachadas- conforman una situación en la que se pierde la unicidad del tramo y el sentido que la obra tenía en el contexto urbano anterior. Mantener la edificación supone un problema urbano y un problema arquitectónico, al someter la edificación a una situación donde sus valores propios resultan minimizados por su desvinculación con el entorno construido.
Para el caso de la casa Art Decó en la calle Herrera y Reissig, la cual no estaría incluida aún por instrumentos de protección patrimonial que habiliten a su conservación y como parte de la dinámica social que nos alcanza e interpela, constituye un llamado de atención sobre los temas que hay que seguir trabajando con seriedad y compromiso.
Esta nota es un aporte desde la disciplina de la arquitectura y el urbanismo al debate sobre el patrimonio, entendiendo que los profesionales de nuestro país tenemos que participar y hacer aportes a la sociedad sobre los temas que competen a las diferentes disciplinas. Nos cabe, junto a otros, transmitir la importancia de la construcción conceptual del patrimonio, entender por qué la realidad presente es como es, y cómo en este caso ese patrimonio construido puede modificarse para preservar sus valores a la vez que acompañar la transformación de la sociedad y su entorno habitable.
Desde SAU reafirmamos nuestro compromiso con las políticas que valoran el patrimonio como parte de una visión integrada de la ciudad. En ese marco, también reafirmamos la importancia de escuchar con atención los reclamos de la ciudadanía, sopesar sus inquietudes y aportar a la sensibilización colectiva y al diálogo informado. Seguiremos trabajando para contribuir, desde el conocimiento disciplinar, al fortalecimiento de herramientas que promuevan una ciudad más justa, democrática y sensible a su memoria colectiva.
Renovamos nuestra disposición a acompañar el cuidado del patrimonio actual y aportar para construir el patrimonio de las futuras generaciones, desde el presente. Renovamos nuestra actitud para aportar a este fundamental debate público sobre el patrimonio arquitectónico y urbano, esperando poder apoyar a la sociedad toda en tan importante tema para el presente y el futuro.
Imagen: Fedaro