El sábado 14 de agosto se realizó una reunión convocada por la Comisión Directiva de SAU para debatir varios aspectos relativos a las Comisiones Especiales Permanentes de la Intendencia de Montevideo y su relación con el gremio.

Las Comisiones Especiales Permanentes (CEPs)

El sábado 14 de agosto se realizó una reunión convocada por la Comisión Directiva de SAU para debatir varios aspectos relativos a las Comisiones Especiales Permanentes de la Intendencia de Montevideo y su relación con el gremio.

Con la creación en 1982 de la Comisión Especial Permanente de la Ciudad Vieja y posteriormente de las Comisiones de Carrasco, Pocitos y Prado, se puso en práctica el primer intento de descentralización de la gestión municipal.

La designación de “Áreas Caracterizadas” a estas zonas demostró la voluntad de las autoridades para crear mecanismos de protección de sus características patrimoniales, distintas en cada caso, pero todas representativas de diferentes etapas de la historia de Montevideo. La incorporación a estas nuevas instituciones de miembros honorarios no pertenecientes a la administración municipal, agregó un elemento positivo a esa nueva forma de encarar la gestión de la ciudad, ya que permite que técnicos externos y vecinos aporten sus opiniones a la definición de políticas urbanas de custodia de bienes y espacios que pertenecen a toda la sociedad.

En la reunión, muy participativa, algunos colegas hicieron referencia a las dificultades experimentadas al tramitar expedientes en las CEPs, mientras que otros fundamentaron los objetivos que se pueden alcanzar con su intervención y señalaron los beneficios que brindan al manejo de valiosas áreas de la ciudad. En general los presentes coincidieron en que las CEPs cumplen una función importante y continuarán existiendo, pero que ha llegado el momento de revisar y mejorar su gestión; también se reconoció la importancia de la participación activa del gremio por medio de sus delegados, para lo que sería necesario establecer ciertos criterios de actuación y buscar un perfil personal adecuado a la particular función que deben cumplir, que rebasa los conocimientos técnicos normales.

Finalmente decidió designar un grupo de trabajo para que, de acuerdo con lo expuesto en la reunión, elabore un informe sobre los criterios que SAU debería adoptar respecto al tema. Este informe con sus recomendaciones será elevado a la Comisión Directiva para que ella resuelva en consecuencia. El grupo se integró con los colegas Eduardo Arralde, Perla Cóppola, Ana Fernández y Julio Villar Marcos.